¡Un oasis de tranquilidad con vistas al mar en Santanyí! ¡Bienvenido a su futuro hogar en el corazón del idílico paisaje de Santanyí! Permítame presentarle una propiedad excepcional, construida en el año 2000, que combina la tranquilidad rural con el confort y el lujo modernos, ofreciendo además unas vistas despejadas hasta el mar Mediterráneo. Al entrar en esta encantadora casa, será recibido por un amplio y luminoso salón-comedor de planta abierta, que se distingue por sus techos altos que realzan la sensación de amplitud y luminosidad. La chimenea y la calefacción central de la casa prometen noches acogedoras y cálidas durante los meses de invierno. Desde aquí, unas generosas puertas francesas se abren a una terraza cubierta, que ofrece el ambiente perfecto para disfrutar de la piscina, el exuberante paisaje mediterráneo y la vista al mar, no muy lejano. En la planta baja encontrará dos cómodos dormitorios, ambos con baño en suite, que garantizan privacidad y confort para su familia o invitados. Además, un aseo de invitados adicional completa esta planta. La funcional cocina cuenta con una práctica despensa y un espacioso lavadero. Todas las ventanas, puertas y armarios empotrados están hechos de madera de alerce, lo que aporta elegancia y calidez a cada rincón, y las persianas mallorquinas de bajo mantenimiento transmiten la estética clásica de la isla. En la primera planta descubrirá la luminosa habitación de la torre, que se adapta a sus necesidades como tercer dormitorio, como salón adicional o como estudio. Esta estancia se abre a una terraza privada con vistas impresionantes, desde donde una escalera conduce directamente al jardín y a la magnífica piscina. El área exterior de la propiedad es un verdadero paraíso. La piscina de casi 45 m² y las amplias terrazas alrededor de la piscina ofrecen mucho espacio para tumbonas y sombrillas. Una zona de barbacoa complementa el lugar perfecto para relajarse con amigos y familiares. La propiedad está conectada a la red pública de agua y electricidad y está completamente rodeada por un muro de piedra típicamente mallorquín, lo que garantiza privacidad y seguridad. Para su comodidad, la propiedad dispone de un aparcamiento cubierto para coches y una antigua casita de piedra para herramientas de jardín. El sistema de riego automático simplifica el cuidado del paisaje. Al final del camino, esta propiedad orientada al suroeste le asegura una tranquilidad absoluta y un escenario de ensueño perfecto para comenzar su nueva vida en el paraíso. ¡No pierda la oportunidad de hacer de este refugio mallorquín su hogar! Contáctenos para concertar una visita y descubrir cada detalle de esta joya en Santanyí.